Los 5 Patatas bravas de Argüelles
Laura Pérez
• Actualizado: 2025-01-15Las patatas bravas de Argüelles son uno de los platos más emblemáticos de Madrid. Se trata de patatas fritas cortadas en dados grandes y servidas con una salsa brava, que suele estar hecha a base de tomate, pimiento, ajo y pimentón. El origen de este plato se remonta a la década de 1960, cuando un bar del barrio de Argüelles comenzó a servirlas como tapa. Desde entonces, las patatas bravas de Argüelles se han convertido en un clásico de la gastronomía madrileña y se pueden encontrar en casi todos los bares y restaurantes de la ciudad.
Tabla de contenidos
1.Tapa Tapa Plaza de los Cubos
Auténtico tapeo en un ambiente acogedor
Si buscas una experiencia gastronómica verdaderamente extraordinaria, no busques más. El menú ofrece una amplia variedad de delicias, desde tapas tentadoras hasta platos principales suntuosos. Cada creación está cuidadosamente elaborada por chefs expertos que se enorgullecen de su atención al detalle y su pasión por la cocina. Prepárate para quedar encantado por la presentación artística y los sabores que transportarán tus papilas gustativas a un ámbito de puro placer.
2.Bar La Mina
Un ambiente acogedor con tapas deliciosas
Adéntrate en un ambiente acogedor que invita a la amistad y el deleite gastronómico. Rodeado de aromas embriagadores y el animado parloteo de los comensales, quedarás cautivado por la magia de este lugar extraordinario. ¡Vive la verdadera esencia de las tapas españolas con unas patatas bravas que superan todas las expectativas!
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3.El Labrador
Cocina tradicional asturiana en el corazón de Madrid
Experimenta el nirvana culinario en El Labrador, donde la perfección culinaria se manifiesta en cada plato. Sumérgete en una sinfonía de sabores que te dejarán con ganas de más. ¡Ven y embárcate en un viaje gastronómico inolvidable, donde las patatas bravas se transforman en una obra maestra culinaria!
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4.La Figal - Asturiana
La tradición asturiana en cada bocado
Entre el vibrante tapiz de opciones, un plato brilla con un resplandor inconfundible: las patatas bravas. Icono de los bares de tapas madrileños, este manjar se reinventa constantemente, desafiando las convenciones con salsas creativas que despiertan el alma. Cada bocado es un viaje culinario, un testimonio de la destreza culinaria que hace de Madrid un destino gastronómico imprescindible.
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