Los mejores 9 Sopas de Granada

El salmorejo brilló con su sazón impecable y una textura sedosa que invitaba a saborearlo lentamente—de los mejores que se puede encontrar en Granada, capaz de enamorar a cualquier paladar exigente. Cada cucharada es un homenaje a la tradición andaluza, con matices profundos y aromas que seducen desde el primer instante.



Nos aventuramos a probar otras delicias y el gazpacho conquistó por completo: fresco, vibrante y perfectamente equilibrado. Esta versión redefine el concepto de verano en un solo bocado, transportando a quien lo prueba directo a un oasis de sabor.

En Los Manueles Catedral, cada visita es una auténtica fiesta gastronómica. El menú entre semana sorprende por su precio imbatible y calidad, pero incluso el fin de semana resulta asequible. Las raciones son generosas: paella marinera rebosante de sabor, albóndigas monumentales y tapas que conquistan desde el primer bocado. Aquí, las croquetas son todo un must, y los huevos rotos con calamares o los pimientos rellenos de rabo de toro derrochan autenticidad.



El ambiente invita a la sobremesa y el trato del personal hace que cada comida se convierta en una experiencia memorable; Otmani y su equipo te hacen sentir como en casa, siempre atentos y dispuestos a recomendar lo mejor de la carta. Es fácil querer repetir, porque la combinación de excelente relación calidad-precio y un entorno agradable convierte cada visita en un acierto seguro. Reserva con tiempo y déjate sorprender: Los Manueles Catedral es parada obligada en Granada.

Sumérgete en el sabor casero y auténtico de nuestras sopas, donde el pulpo tierno y los garbanzos se combinan en un caldo vibrante, generoso e irresistible. Cada cucharada despierta el paladar con un punto de picante que reconforta y deja con ganas de más.



Las porciones generosas y la textura perfecta transportan directamente a una mesa familiar, donde lo tradicional se encuentra con el placer de lo bien hecho. Ven a probar una experiencia culinaria que celebra lo mejor de la cocina con ese inconfundible toque casero.

Descubrimos una auténtica joya culinaria en nuestra visita. La sopa harira nos sorprendió desde el primer sorbo: sabores intensos, aromas especiados y una textura reconfortante que invita a repetir. Cada cucharada era un viaje sensorial directo a Marruecos, con el punto exacto de sazón y ese toque casero que solo los grandes cocineros saben dar.



Este lugar se convierte en parada obligatoria para quienes buscan experiencias gastronómicas memorables. La atención fue cálida y el ambiente, acogedor, completando una velada perfecta. ¡Definitivamente regresaremos a seguir explorando su deliciosa carta!

Ubicado en una de las plazas más emblemáticas de Granada, este restaurante deslumbra desde el primer instante: ambiente sereno, decoración atractiva y un personal siempre pendiente de cada detalle. El menú, por 40 euros, invita a un recorrido de sabores con entrantes exquisitos, platos principales irresistibles y postres para compartir, ideales para compañías tanto de amigos como de familia.



Destacan sus creaciones veganas, sorprendiendo hasta a los paladares más clásicos, en un entorno central y accesible. El servicio es ágil y profesional, guiando la experiencia con calidez incluso ante pequeños inconvenientes con la carta digital. Perfecto para celebraciones y reuniones inolvidables.

En pleno corazón de Granada, este restaurante japonés conquista con platos de presentación impecable y sabores auténticos que enamoran a cada visita. Su sushi, considerado por muchos como el mejor de la ciudad, es una explosión de frescura y delicadeza, convirtiendo cada bocado en una experiencia inolvidable. Masae, con su simpatía y atención insuperable, añade ese toque acogedor que hace que uno siempre quiera volver.



A pesar de su espacio reducido, el ambiente mantiene un encanto especial y el equipo se esmera en atender con amabilidad. Aunque los postres pueden no impresionar tanto al paladar como a la vista, la alta calidad del sushi y el ramen, junto con el cariño en el servicio, transforman cada comida en un verdadero homenaje a la cocina japonesa. El lugar ideal para sibaritas y amantes de lo auténtico.

Anoche descubrimos un rincón culinario en el corazón de la ciudad que nos conquistó desde el primer bocado. Nos sorprendieron con una tapa de guiso de carne con patatas y zanahorias, y continuaron con un panecillo relleno de carne irresistible. Todo el ambiente destila elegancia, el local es impecable y el servicio logra que cada visita sea memorable.



Tras una excelente experiencia en el desayuno durante mi estancia en el hotel, no dudé en regresar a probar sus delicias por la tarde. Aquí el trato personalizado y la variedad de cervezas artesanales convierten cada comida en un pequeño evento. Un sitio recomendado al 100%, ideal para volver con amigos o familia y probar ese ansiado cachopo.

Un rincón encantador en pleno corazón de Granada, donde la elegancia y el ambiente seductor cautivan desde el primer momento. La decoración cuidada y la cálida atención convierten cada comida en una experiencia única, perfecta para compartir en pareja o en familia. La música suave crea un marco envolvente, mientras el equipo atiende cada detalle, haciendo especial incluso la visita de los más pequeños.



La cocina sorprende con su presentación impecable y platos que combinan tradición y pequeños toques gourmet. Destacan especialmente el chuletón hecho a la piedra, jugoso y memorable, así como unas patatas fritas crujientes dignas de mención. Una experiencia culinaria notable, con precios accesibles y un servicio que deja huella—una invitación irresistible a volver y recomendar.

La sopa de lentejas es un auténtico deleite para el paladar: cada cucharada rebosa de sabores intensos y especias perfectamente equilibradas, creando una experiencia reconfortante que invita a repetir sin pensarlo dos veces.



La sopa de verduras sorprende con su frescura y esencia casera; los ingredientes seleccionados resaltan en cada bocado, transportándote a la cocina tradicional donde los sabores naturales son los verdaderos protagonistas. Sin duda, un sabor que invita a volver.