Los mejores 10 pollos asados de El Pla del Real

El plato que pedí tenía un tamaño adecuado y un precio de 6 euros, con un pollo delicioso que prometía mucho. Sin embargo, la comida llegó fría, un detalle que definitivamente deberían mejorar. A pesar de esto, Wilmer se destaca como el maestro en la preparación de estos manjares, y no es de extrañar que regrese una y otra vez desde Burjassot para disfrutar de un sabroso Doner. Además, Sonia, la camarera, es un verdadero tesoro: siempre atenta y con una sonrisa, hace que la experiencia sea aún más placentera. Sin lugar a dudas, este lugar es 100% recomendable.



En mi primera visita, quedé impresionado por la atención al cliente, incluso cuando nuestras indecisiones generaron un poco de caos. Las camareras, siempre pacientes y amables, hicieron de nuestra experiencia algo especial. La comida, en general, estaba rica, pero debo mencionar que mi pareja y yo nos encontramos con un pollo que no cumplió con nuestras expectativas: seco y frío, como si fuera de un día anterior. Las salsas, lamentablemente, no ayudaron, ya que estaban demasiado aguadas. Sin embargo, la amabilidad del personal hace que valga la pena intentarlo de nuevo.

Descubre una explosión de sabores en cada plato, donde los clásicos valencianos se reinventan con una calidad excepcional. Cada bocado es una experiencia, gracias al esmerado servicio de un equipo humano que se esfuerza por ofrecer lo mejor. Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas; una experiencia decepcionante con un pedido de "to good to go" dejó un sabor amargo, con un pollo al horno que llegó congelado por dentro y una paella que, aunque sabrosa, carecía de la vitalidad que se espera.



A pesar de este tropiezo, la celebración de Nochevieja fue un verdadero festín. El menú superó nuestras expectativas, con un solomillo que se deshacía en la boca y una abundancia de comida que nos permitió disfrutar de una segunda cena. A partir de ahora, olvídate de las complicaciones en la cocina: este lugar se ha ganado mi confianza para todas las ocasiones especiales. ¡No más estrés, solo delicias!

He tenido la fortuna de disfrutar del exquisito pollo a l'ast en este encantador lugar, y cada visita ha sido una experiencia deliciosa. Su pollo es simplemente excepcional, jugoso y perfectamente cocido, acompañado de una generosa ración de arroz o patatas sin costo adicional. La última vez, me atreví a probar las croquetas de jamón, que aunque correctas, palidecen ante la estrella del menú. Este sitio destaca no solo por su comida saludable y a buen precio, sino también por su rapidez en el servicio, lo que lo convierte en un destino ideal para quienes buscan calidad sin sacrificar tiempo.



La calidad de los ingredientes es palpable, y se nota que todo se elabora de manera casera, lo que realza aún más la experiencia gastronómica. La atención al cliente es excepcional, haciendo que cada visita sea memorable. Si buscas el mejor pollo a l'ast de Valencia, no busques más: este es el lugar. Sin duda, regresaré una y otra vez, y lo recomiendo al 100% a todos aquellos que valoran un buen plato a un precio inmejorable. ¡No te lo puedes perder!

El pollo asado que ofrecen es simplemente espectacular, acompañado de una salsa blanca que te dejará sin palabras. Cada bocado es un viaje de sabor que refleja la dedicación de este encantador negocio familiar, que tras tantos años de servicio, se prepara para el merecido descanso. Aunque las colas son inevitables, la espera se convierte en parte de la experiencia, ya que el trato cercano y amable de sus propietarios hace que cada cliente se sienta como en casa. Además, los precios son más que razonables, convirtiéndolo en una de las mejores opciones para llevar en el corazón de Valencia.



La calidad de su comida casera es inigualable, desde el jugoso pollo asado hasta las irresistibles patas de cerdo. Este lugar es un auténtico tesoro para los amantes de la buena comida, donde la tradición y el sabor se entrelazan en cada plato. Aunque abren a las 13h, la paciencia del dueño al preparar cada bandeja es digna de admirar. Si has estado anhelando un pollo asado, no busques más: aquí encontrarás un manjar a solo 17€, ¡un precio que vale cada centavo! Ven y descubre por qué este lugar es tan querido por los locales.

El pollo que aquí se sirve es una experiencia culinaria que te hará olvidar todos los asadores que has probado. Olvídate de esos pollos secos y sin sabor; aquí el pollo es jugoso y lleno de un sabor que deleita el paladar. Aunque a veces la espera puede ser larga, cada bocado vale la pena. Los precios son muy accesibles, lo que convierte cada visita en una verdadera fiesta gastronómica. Sin embargo, la atención puede ser un punto a mejorar, ya que algunas veces el trato al cliente no es el mejor.



Cuando el dueño está al mando, la amabilidad y el buen servicio brillan, creando una atmósfera acogedora que complementa la deliciosa comida. Aunque las manitas no cumplieron con las expectativas, con una textura dura y seca, las croquetas lucen irresistibles y prometen ser un deleite. En definitiva, este lugar tiene el potencial para convertirse en tu nuevo favorito, siempre y cuando estés dispuesto a enfrentar un par de inconvenientes en el servicio.

La experiencia con la pizza kebab fue una decepción total. Imagina una pizza margarita cubierta con trozos de carne que apenas ocultan la base, acompañada de una salsa que no aporta nada. El sabor nos dejó un mal sabor de boca, y la presentación fue tan desastrosa que nos hizo cuestionar la calidad del local. A pesar de que el pollo asado llegó un poco frío y no tan dorado como esperábamos, las patatas y las samosas, aunque no eran caseras, lograron salvar un poco la situación. Sin embargo, el sentimiento general es de mediocridad, y no creo que volvamos a repetir.



El kebab que pedí fue una gran desilusión. Supuestamente era grande, pero al abrirlo, me di cuenta de que era todo lo contrario. Con un precio de 6 euros, esperaba algo más sustancioso, pero lo que recibí fue un plato pequeño y frío, un auténtico robo. La espera fue otra odisea; tras un retraso inicial de media hora, la entrega se alargó aún más. En resumen, la experiencia fue insatisfactoria y no tengo intención de volver a hacer un pedido en este lugar.

En un rincón acogedor del barrio, se encuentra un tesoro culinario que enamora a todos los paladares. Aunque en una ocasión el pollo asado no cumplió con las expectativas, la atención y simpatía de la señora que lo atiende son dignas de destacar. Su dedicación se refleja en cada plato, desde el delicioso arroz al horno hasta la exquisita fideuá, que han convertido a este lugar en un favorito semanal para muchos. La comida casera, preparada con amor y esmero, es el alma de este establecimiento, donde cada bocado evoca recuerdos entrañables de la cocina familiar.



Los amantes del buen comer no pueden dejar de disfrutar del famoso pollo, acompañado de esas irresistibles patatas que son un verdadero homenaje a la tradición. Olvídate de las patatas congeladas, aquí se sirve lo auténtico. Las raciones son generosas y cada visita es una celebración de sabores que te transportan a casa. Con un servicio amable y un ambiente cálido, este lugar es más que un simple restaurante; es un refugio para los que buscan una experiencia gastronómica inolvidable. ¡No te lo pierdas!