Los 10 pollos asados de La sagrera

¡Una experiencia culinaria que no puedes dejar pasar! Aunque el lugar puede parecer sencillo a primera vista, el aroma irresistible del pollo al carbón y la calidez del servicio te invitan a entrar. Una encantadora camarera nos recibió con una sonrisa y nos presentó los platos más emblemáticos, revelando una explosión de sabores que hacía tiempo no experimentábamos. La frescura y calidad de los ingredientes son realmente impresionantes; es un deleite para los sentidos que te hará querer volver una y otra vez.



Este restaurante peruano, un tesoro escondido detrás de una callejuela cerca de Meridiana, ofrece un viaje gastronómico que te dejará sin aliento. Cada bocado es un homenaje a la cocina saludable, donde el arroz y otros platos se preparan con maestría. La atención al cliente es excepcional, con Cecilia y su equipo brindando un servicio amable y atento. ¡No te lo pierdas!

Los canelones, que alguna vez fueron el orgullo del menú, han perdido su encanto. En nuestra última visita, nos encontramos con una capa dura de harina, lejos de la suave bechamel que solíamos disfrutar. La decepción fue aún mayor al descubrir que estaban fríos y secos, mientras que el pollo, ahogado en aceite, terminó en la basura. En contraste, nuestra primera experiencia fue memorable, con platos que destacaban por su sabor casero: canelones jugosos y un pollo con papas que nos dejaron con ganas de más.



Sin embargo, esta vez, las cosas han cambiado drásticamente. Las galtes quemadas y secas, junto a una bechamel insípida y dulzona, arruinaron lo que podría haber sido una deliciosa comida. Aunque los nuevos encargados muestran buena disposición, la calidad ha decaído notablemente. Las patatas bravas, frías y poco apetitosas, son solo un reflejo de un servicio que ya no cumple con las expectativas. Esperamos que pronto recuperen la esencia que una vez nos conquistó.

¡Descubre el sabor inigualable de Ca l'Arnés, la mejor rostissería de la zona! Cada domingo, me deleito con su pollo a l'ast y sus irresistibles patatas fritas caseras, que llegan a mi puerta siempre en perfectas condiciones. La calidad de sus productos es insuperable, y el servicio es tan amable que te hace sentir como en casa. La última vez, un pequeño retraso en la entrega fue compensado con unas deliciosas croquetas, un gesto que demuestra su compromiso con la satisfacción del cliente.



No hay duda de que los pollos al'ast de Ca l'Arnés son los más sabrosos y jugosos del barrio. Te invito a disfrutar de esta experiencia culinaria, acompañando tu pedido con esas patatas que son pura delicia. Si buscas un servicio a domicilio rápido y eficiente, no busques más. Cada bocado es un festín que te hará querer repetir una y otra vez. ¡No te lo pierdas!

Recientemente, decidí visitar un restaurante del barrio que había sido mi favorito durante años, pero esta vez la experiencia dejó mucho que desear. La atención al cliente fue deficiente, con una sola persona atendiendo, lo que hizo que la espera fuera incómoda. Pedí una fideuá que, lamentablemente, llegó con la sepia dura y una textura seca y sosa. Al comunicarme con ellos para expresar mi descontento, solo recibí un frío "gracias por avisar", lo que me hizo sentir que no valoraban mi opinión.



A pesar de mi decepción, no puedo ignorar que en el pasado la comida había sido deliciosa y el servicio excepcional. Solía disfrutar de su pollo y platos preparados, pero ahora estoy reconsiderando mis visitas. Hay otros lugares en la zona donde el pollo es más sabroso y la atención al cliente es más cálida. Es una pena, pero creo que es hora de explorar nuevas opciones gastronómicas que realmente aprecien a sus clientes.

Sumérgete en una experiencia culinaria única donde la cocina casera brilla con sabores familiares que evocan recuerdos entrañables. Desde croquetas de mil variedades, cada una más deliciosa que la anterior, hasta irresistibles pollos a la brasa que se deshacen en la boca. Aquí, las patatas, cremas, verduras frescas y costillas se combinan con arroces, butifarras y postres que te dejarán con ganas de más. Cada bocado es una celebración de la gastronomía, y el servicio encantador que recibimos hizo que nuestra visita fuera aún más especial.



No hay duda de que este es el lugar ideal para quienes buscan calidad y un precio justo. La atención al cliente es excepcional, y después de probar su famoso pollo, no pudimos resistirnos a dejar una reseña de 5 estrellas. Si deseas disfrutar de una buena comida en un ambiente acogedor, este es tu sitio en Barcelona. ¡No te arrepentirás! Repetiremos sin dudarlo para descubrir más de sus exquisitas croquetas.

¡Descubre un rincón donde la tradición culinaria se encuentra con la innovación! Aunque algunos han tenido experiencias desafortunadas, como recibir pescado frito que parece haber pasado la mañana en la cocina, no podemos pasar por alto la joya que es su famoso pollo. Este manjar, dorado y lleno de sabor, es un verdadero deleite para el paladar. Cuando se sirve caliente, se convierte en una experiencia gastronómica que no querrás perderte.



Es cierto que la calidad de la comida puede variar, pero aquellos que valoran un buen "pollo a l'as" saben que aquí lo encontrarán. Con un condimento excepcional y una textura crujiente, este plato se alza por encima de las críticas. Así que, si buscas un lugar para disfrutar de un buen pollo, no dudes en visitarlo. ¡Tu próxima comida podría ser una deliciosa sorpresa!

El pollo y el conejo a l'ast son verdaderas joyas culinarias que deleitan el paladar con su jugosidad y sabor inigualable. Desde el momento en que cruzas la puerta, te envuelve la amabilidad y el encanto de sus dueños, quienes hacen que cada visita se sienta como un cálido abrazo. Aunque algunos platos como los callos y los caracoles no logran brillar, el pollo a l'ast es simplemente espectacular, un festín que no querrás perderte. La experiencia se convierte en un deleite gracias a la atención al cliente, que es simplemente excepcional.



En tu próxima visita, no dudes en dejarte seducir por la magia de sus sabores. La combinación del trato encantador y la calidad de la comida transforma una simple comida en un momento memorable. Si buscas un lugar donde disfrutar de un pollo jugoso y sabroso, este es el sitio ideal, justo al lado de casa. ¡Repetirás sin dudarlo! Gracias a ellos, cada bocado se convierte en una celebración.

Fernando y su equipo son verdaderos maestros en el arte culinario, combinando sabores irresistibles con presentaciones que despiertan el apetito a primera vista. Su amabilidad y empatía hacen que cada visita sea una experiencia memorable; incluso Fernando se toma el tiempo de llamar a sus clientes para asegurarse de que todo haya sido de su agrado. ¡Un detalle que habla de su compromiso con la satisfacción!



Sin embargo, la experiencia gastronómica no fue del todo satisfactoria. Aunque el medio pollo cumplió con las expectativas, los macarrones resultaron decepcionantes, secos y sin sabor. Los canalones estaban aceptables, pero las patatas fritas, a 3,75 euros, ofrecían una porción diminuta de calidad cuestionable. La ración de champiñones, aunque deliciosa y a 5 euros, dejó un sabor agridulce en comparación con lo que se esperaba de un lugar con tanto potencial.

No hay duda de que este lugar es un tesoro escondido en la periferia de Barcelona, donde el pollo asado se convierte en una experiencia inolvidable. Aunque la espera puede ser un desafío, la calidad del producto y la amabilidad del personal hacen que valga la pena. A pesar de algunos inconvenientes en el servicio, como el tiempo de espera y la gestión de pedidos, el sabor del pollo es insuperable. Cada bocado es una explosión de sabor que te transporta a un mundo de delicias culinarias.



Si deseas disfrutar de esta joya gastronómica, te recomiendo llegar antes de las 12h para evitar las largas colas que se forman cada fin de semana. La demanda es alta, y no es para menos: aquí se sirve uno de los mejores pollos de San Andreu. Con precios razonables y un equipo que, a pesar de algunos altibajos, se esfuerza por ofrecer un buen servicio, este lugar se posiciona como una parada obligatoria para los amantes de la buena comida.